
El amor, una temida palabra que puede matar la diversión en tal solo un segundo. Y es que el mundo de las citas casuales una de las reglas de oro es dejar sentimientos románticos y todo el universo que rodea el amor…de lado.
El objetivo aquí es la diversión sin complicaciones, el disfrute sin ataduras, el gusto sin etiquetas.
Liberarse de las ataduras
Los encuentros picantones están triunfando tanto en España porque traen un soplo de aire fresco al enfrascado mundo romántico.
Esa libertad que trae el descubrir nuevos horizontes, conocer a nuevas personas y dar rienda suelta a las fantasías.
El amor en este sentido, puede existir pero tiene que ser un amor pasional, un amor por la liberta, amor por la diversión y el placer…
El propósito de experimentar el mundo de las citas casuales puede ser de lo más personal, pero si algo es común a todos, es que es una manera de alejarse de todo compromiso romántico. Una manera de amor libre adaptable a cada caso.
El descubrimiento y la experimentación sin límites…
Citas casuales : ¿ el anti-romanticismo ?
No es sorprendente por lo tanto que hablar de amor en una cita casual pueda ser motivo suficiente para fastidiar la cita en si.
Si bien la honestidad, como ya vimos en el capítulo anterior, es un requisito esencial, hay que ser sincero con uno mismo y saber que si se entra en el universo de las citas casuales con el fin de buscar amor romántico, puede no gustarle a más de uno.
Por eso, si lo que quieres es disfrutar de una experiencia única (aunque esa experiencia se pueda repetir tantas veces como ambas personas quieran), experimento, y deja el ideal del amor romántico en un cajón bien guardado. Descubre un nuevo mundo con menos imposiciones, menos expectativas sentimentales y por lo tanto más posibilidades de disfrutar.